¿Por qué diario, por qué principito y por qué pensante? Y sobre todo, ¿por qué un blog?


El mundo del internet es amplio, yo diría más que inmenso, sin embargo su universo no supera el ilimitado espacio que abarcan las creaciones literarias. Afortunadamente, las innovaciones informáticas han permitido que exista una enriquecida conexión entre ambos elementos. La difusión de la palabra escrita (o digitalizada) es más óptima si se recurre a los medios como las redes sociales y los blogs. El buen uso de ellos trae como resultado un excelente fin, y entiéndase por excelente aquello que el receptor disfrute y decida recordar.

En base a esta idea, y un par de más, surgió la incitativa y motivación de utilizar el blog como medio que me facilite comunicar ya sea percepciones sociales, reflexiones, ideas meditadas, o simplemente, otra creación literaria. He ahí el origen de “Diario”, y por ello, trataré de escribir todo aquello propio de los diarios de infantes y adolescentes, sin olvidar la sinceridad, determinación e inocencia en los textos, y a la vez pensamiento. Es responsabilidad de quien redacta de manera virtual, conservar el mismo estilo y pasión que poseen las letras escritas sobre papel, y apunta de puño y letra. Eso trataré de hacer, pero recuerden, soy tan solo un aprendiz, uno que desea y pretende mejorar.

Ahora ya saben el porqué del primer término del nombre que he utilizado. Para se sincero, este fue el más sencillo de elegir, ya que varias palabras invadieron mi mente para que terminase el resto de la frase. Decidido por acabar el conflicto pensé en el libro que más me encantará y que me invitase a reflexionar.También la tuve difícil, pues un largo listado de novelas fue lo que obtuve. De repente, como si una estrella, o el asteroide B 612, hubiese iluminado mi mente, razoné en las semejanzas existentes entre lo que pretendido por mi blog y las palabras del “Little princess” de la obra maestra de Antoine de Saint-Exupéry. Ambos somos deseosos de compartir infinitos pensamientos y reflexiones, en base a las inconformidades no comprendidas de este mundo. Tanto el principito como yo aspiramos domesticar a alguien, por mi parte yo deseo ser amigo de todo lector y a la vez ser domesticado por parte de ustedes. El Principito simboliza el entusiasmo, el candor, y la franqueza; valores los cuales anhelo que abunden en cada publicación. Sin duda alguna, el nombre de Principito es perfecto ante mis ojos, claro, los del corazón.


“Quien no se resuelve a cultivar el hábito de pensar, se pierde el mayor placer de la vida”. Cito a Tomas Edison para justificar el porqué del término “pensante”. Al girar las temáticas que abordaré en torno a críticas sociales y experiencias personales, la acción de pensar tanto con el cerebro como con el corazón será indispensable para cualquier meditación. Pensar significa alimentar la mente y el alma, conlleva al autoconocimiento e implica el análisis de hechos.


“Diario de un principito pensante”, así es. Ahora, que ya conocen las razones por las cuales utilicé este seudónimo, espero que consulten y disfruten de este, su servicial blog.


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