The Black Creoles: Memories and Identidies


A lo largo de siglos ha existido dentro de Nicaragua, una región enigmática y solitaria, la cual ha sido obviada por el resto de habitantes del país. Pero, cuando forma parte de su discurso, la catalogan como el territorio sin civilización, lleno de maleficios y brujerías, rodeado de bestias y otras fieras, y como el terreno propicio para producir el tráfico de drogas. Me imagino que el(la) lector(a) ya habrá acertado qué lugar y cultura serán los protagonistas de este escrito. Sí, por supuesto, me refiero a la Costa Caribe nicaragüense.

Su historia no ha sido tan generosa como su geografía, ya que la región, a lo largo de los siglos, ha sido tratada como la mercancía disputada por británicos, españoles, y la misma Región del Pacífico. Como resultado los costeños han sido envueltos en la esclavitud, la discriminación, la prohibición de sus costumbres, y han sido forzados a reconocer leyes que van en contra de sus derechos humanos. Sin embargo la esperanza, el júbilo y amor de los negros creoles aún no se han extinguido, prueba de ello son sus oraciones, cánticos, bailes, juegos, tareas laborales y hospitalidad. Todas estos rasgos de su identidad están presentes en la película “The Black Creoles; Memories and indetities” (https://www.facebook.com/theblackcreoles o http://theblackcreoles.blogspot.com/)


Esta producción de Luna Films ocupa como principal recurso de persuasión, los testimonios de los negros y las negras. Sus palabras, llenas de sinceridad y sencillez, relatan a la audiencia la manera en que ellos viven su cultura que abarca desde los alimentos hasta la religión. Dalila Márquez, mejor conocida por todos como “Popo”, una costeña bastante entusiasta, animada y pensante, fue quien más cautivo a los espectadores por la sabiduría de sus palabras, las cuales giraron en torno a la drogadicción, el racismo,  la educación, lo importante en la vida, y Dios. “La primera educación que te sirve es la casa” pronunció con un acento bastante peculiar. Por otro lado, Kendall Karasso, negro quien vive apenas su plena juventud, se refirió a las etiquetas sociales que implementan los “blancos” a los negros, “no te pueden ver porque ya están pensando que eres un delincuente o algún traficante”, entonó con cierto resentimiento. Estos son solo algunos de los variados pensamientos de los interlocutores que actuaron en el largometraje.


Mi filosofía y percepción social concuerdan completamente con las palabras de mis hermanos, los negros creoles. Todos somos iguales, blancos y negros, costeños y capitalinos, tanto los unos como los otros tenemos el mismo origen divino. El color y la procedencia racial no representan una verdadera diferencia, pues somos distintos físicamente, pero iguales en dignidad. Hay que evitar a toda costa, ese tipo de prejuicios que dañan la honra humana, y seamos amantes con la identidad costeña, y de tal modo, cuando pensemos en la Costa Atlántica, no imaginemos esas bellas playas y costas arruinadas por sus habitantes, sino figurémonos más bien, un sin número de lugares cotidianos enardecidos por la presencia de los Black Creoles.  Tengamos presente las palabras de Doña Carmen Cash: “Creole significa que somos nicaraguenses”.


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